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Arquitectos: OrdoñezWenzke
- Área: 180 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Javier Agustín Rojas
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Proveedores: Cosentino, A3 Lamparas, Huup iluminación, Luna/Oks, Pimux, Sticotti
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto en la calle Segurola comprende la reforma y ampliación de una vivienda de la década del ´30, ubicada en un área residencial de baja densidad en el barrio de Vicente López. La casa pertenece a un grupo de cuatro viviendas construidas simultáneamente y cuenta con algunos detalles constructivos originales que se conservaron por su carácter e historia.
Para adaptar la planta baja y el primer piso existente a las nuevas necesidades de la familia, se llevaron a cabo una serie de modificaciones: el mayor cambio en planta baja se realizó en el bloque de servicios existente compuesto por la cocina, el lavadero y el toilette. Para optimizar la superficie y generar un uso más fluido de los espacios, priorizando la conexión entre la cocina y el living-comedor, se abrió un nuevo vano y se dispuso la cocina sobre la medianera. El área del toilette existente se transformó en despensa y se ubicó un nuevo toilette más cerca del acceso.
En el living-comedor se restauraron los solados originales de parqué, se conservaron los arcos y el nicho del hogar lobulados y las molduras del cielorraso. En contraste con este espacio, la cocina ubicada adyacentemente en un pequeño desnivel, cuenta con una estética totalmente depurada y neutra. Está compuesta por único gran mueble en un tono verde pastel y una mesada con alzada gris. Una claraboya ubicada en la cocina, inunda de luz natural todo el espacio.
En el nivel superior se conservaron las habitaciones con su disposición original pero se modificaron los baños y un estudio existente. Este antiguo espacio de trabajo se transformó en un segundo baño para el cuarto de la niña, íntegramente realizado en terrazzo; mientras que el baño original se modificó para incluir también un vestidor.
El espacio bajo la cubierta contenía únicamente los tanques de agua, era inaccesible y no se encontraba en buenas condiciones. Mediante el refuerzo de la estructura y la generación de un nuevo tramo de escalera, esta área se incorporó a la vivienda como un nuevo estudio con biblioteca –fundamental para esta pareja amantes de los libros y el arte– además de una gran superficie de guardado.
La escalera que conduce al altillo funciona como elemento de transición entre la arquitectura existente y el nuevo espacio de trabajo, completamente blanco, abstracto, e iluminado cenitalmente. Esta escultural escalera de chapa blanca se despega de los muros que la rodean, cuenta con una sutil baranda de caño y un único punto de soporte en la pared.